LA FAMILIA ESTÁ SEGURA SOLO EN LAS MANOS DE DIOS (Salmo 127)

El hombre sin la ayuda de Dios es incapaz (Juan 15:5).
El Salmo 127:1 dice: “Si Jehová no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican”.

En hebreo, la expresión construir (banah) es la base para las palabras “casa” (ceith), “hijo” (ben) e “hija” (bath). Los hijos e hijas con los padres forman la familia, de la misma manera que los ladrillos, el fierro y las láminas constituyen un edificio. Dios, además de edificar a la familia, también vela para que marche bien. Solamente así el hogar será confortable y dará protección.

Sin la ayuda y dirección de Dios, una casa puede ser solamente el lugar para comer y dormir, pero no puede haber compañerismo allí. ¿Es tu casa un lugar donde comen y duermen, nada más? “Si Jehová no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican”. El Señor siempre está edificando, pero, ¿estamos trabajando a la par de Él? En este versículo, la palabra “vano” se menciona dos veces. “Vano” significa gastar tiempo, energía, dinero y, al final, todo se pierde. Así son los hogares que no se someten a la dirección de Dios. Los hogares que son dirigidos por Dios tienen un verdadero éxito.

Salmo 127:1, “Si Jehová no guardare la ciudad”. Aquí hay un nuevo énfasis, ya que no trata de edificar un hogar, sino de guardarlo. Así como sólo hay un edificador, asimismo sólo hay uno que lo guarda. Porque si el Señor no es el que guarda, todo, una vez más es en vano. Estas dos palabras, "edificar” y “guardar" deben ir juntas. "Si Jehová no guardare la ciudad" (comunidad). La comunidad necesita ser protegida de los males, peligros y de los hombres malos. Aparte de Jehová no hay ayuda ni protección, ni bendición. El hogar y la ciudad tienen que ser guardadas. El hogar es la base de la nación. Cuando los hogares marchan bien, también la nación camina bien.

Salmo 127:2, "Por demás es que os levantéis de madrugada y vayáis tarde a reposar". Todos debemos trabajar (Génesis 3:17-19). Pero también debemos apartar tiempo para descansar suficientemente para reponer nuestras fuerzas. Debemos apartar tiempo para que haya comunión con la familia, tiempo para meditación y comunión con Dios.

Salmo 127:2b, "Y que comáis pan de dolores". Es aquel pan que uno consigue con trabajos difíciles, levantándose temprano y acostándose tarde. Son los trabajos que después de tanto esfuerzo no satisfacen.

"Pues que a su amado dará Dios el sueño". Esto indica que auque estemos en medio de problemas, Dios nos da el descanso necesario (Levítico 26:6; Proverbios 3:24). Los que no conocen a Dios como Padre, se están consumiendo con trabajos y pesares; los fieles, en cambio, reciben bendición aun cuando se encuentran descansando o durmiendo. No dice "reposar", sino "sueño". Reposar sólo es cesar de las actividades, pero sueño es descanso de espíritu. Es la provisión divina para la renovación de las células y tejidos del cuerpo. En este estado, nuestras fuerzas se renuevan para poder seguir trabajando.

No hay comentarios: